martes, 1 de junio de 2010

SOLUCIONES A LA CRISIS


Ya nadie niega que estamos inmersos en un paisaje desolador. La crisis económica se atribuyó en un principio a una crisis de confianza y no es extraño porque nos dimos cuenta de que la bonanza en que vivíamos era mentira, un espejismo fruto de la especulación.



Los más optimistas recuerdan que siempre ha habido crisis profundas, incluso más que la actual, y se han remontado, pero el común denominador en todos esos remontes ha sido el esfuerzo, la solidaridad, el reconocimiento de la verdad. Sin embargo los señores feudales de hoy están empeñados en arrasar con todo rastro de valores, con todo conato de honestidad que surja en sus vasallos y así no se sale de esta crisis, que ha sido causada por la crisis de valores que padecemos. ¿Quién va a depositar su confianza en alguien que carece de valores?.


La solución de la crisis está en la familia que es el núcleo fundamental de transmisión de valores a las nuevas generaciones, donde se desarrolla la equidad entre las generaciones.


Para crear riqueza hay que cultivar los campos agostados y no quemar los últimos brotes que a pesar de la sequía consiguen alumbrar en el campo arrasado.