En mi andadura por la vida me ha faltado un poco más de decisión para arriesgar, pero también me ha faltado alguien que me abriese lo ojos y me animase a hacerlo. Este sentir lo tengo tan marcado que quisiera trasmitir esta experiencia a los que vienen detrás. Y consiste en que -a pesar de los pesares y de lo mal que está el mundo- se puede vivir confiadamente, que el resultado siempre es bueno y que la vida nunca se convierte en una ratonera cuando buscas sinceramente.
Siempre he intuido lo que tenía que hacer, pero solo lo he entendido después, cuando ya lo había escogido libremente.