Es una deformación profesional (me refiero a la profesión de madre) intentar desvelar lo que hay detrás de las miradas de los chavales con los que me cruzo a diario, y me duele la impotencia de transmitir valores que merezcan la pena ser vividos.
Hay tanta estupidez o drama detrás de esas miradas…
Me he propuesto no pensar que la culpa la tienen otros, que esto no va conmigo pero ¿qué hacemos?.
¿Has visto las fotos colgadas en el tuenti por las adolescentes?. Eran niñas encantadoras hace un año, unos meses, ahora viven dentro de una "diversión" excitante y macabra. En el pueblo en que vivo ya no existen espacios donde chicos y chicas aprendan a convivir juntos y relacionarse sanamente. ¿Qué hacemos?.
Desde que se distribuyó el preservativo como solución al drama del Sida la promiscuidad ha crecido de forma imparable, el engaño del "sexo seguro" y la diversión sin peligro abrió el campo de las relaciones sin consecuencias a niños que no pueden sujetar sus instintos, que se mueven a impulsos del alcohol y que son incapaces de un mínimo control.
El resultado son los miles de embarazos no deseados por el mal uso de los preservativos, el desenlace es el aborto y el drama de unas vidas que van perdiendo progresivamente su sentido,... No entiendo como hay quien sigue promocionando esta espiral.
Desde que dejé de ser joven, estoy entre jovenes y adolescentes. Y te aseguro que también los hay ilusionados...comprometidos...
La solidaridad que se intuyen en la elección de sus estudios es el mejor notición que tiene el mundo.
Los hay...y estoy oyendo sus risas en estos momentos.
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